Despedida 2º ESO

Los alumnos de 2º de ESO vivimos el viernes un día muy especial. Celebramos una Eucaristía dando gracias por el curso vivido y por todos estos años que hemos vivido en Fátima. Este curso nos toca despedirnos de la sede de Enekuri, del lugar donde hemos comenzado nuestra historia en el colegio, hemos aprendido a leer y escribir y otras muchísimas cosas muy importantes. Nos espera Tiboli, sabemos que es un paso adelante porque nos hacemos mayores. Esta mañana hemos paseado por la huerta, ahí dejamos nuestras plantas para que sus frutos los recojan otros compañeros más pequeños. También hemos dado un enorme paseo despidiéndonos de los lugares en los que hemos vivido y de las personas que nos han acompañado todos estos años. Por último hemos dejado nuestra huella, hemos plantado un árbol en el colegio, un haya que crecerá para dar sombra a otras generaciones. Os dejamos esta carta de despedida, hecha con trocitos de las cartas que hemos escrito desde el corazón. Eskerrik asko, volveremos a visitaros.

                                                                 Enekuri, 7 de junio de 2022

Querido cole, hola Fátima:

Qué rápido pasan los años ¿no? Si parece que hace dos días estaba llorando porque no
quería ir a clase en mi primer día de colegio cuando vine con dos años...

Tú has sido como una segunda casa durante trece años, he pasado muchos buenos y
malos momentos, aunque al final de los que más me acuerdo es de los buenos. Aquí
he conocido a mis amigos. Aquí he crecido como persona, y he aprendido muchas
cosas, a veces por las malas.

Irme de esta sede me va a dar mucha pena porque en este sitio he estado doce años,
entré en Infantil con dos años, conocí a mis compañeros que me han acompañado
hasta aquí, muchos de ellos han sido mis amigos y me han querido, he pasado por
muchas aulas y muchos tutores y tutoras, he estado muchísimo tiempo corriendo por
las campas del patio, jugando a fútbol, al pilla pilla y a muchas más cosas.

Desde pequeña me has gustado mucho, sobre todo por el sitio en el que estás.
Hay naturaleza, se escuchan los insectos y se huele el olor de las flores desde
clase.

En el colegio hay cosas que recordaré con mucho cariño cuando me vaya. He
vivido muchos buenos momentos como cuando jugábamos en el equipo de
fútbol, las risas en clases, ACI, los días de fiesta como el día de Santa Rafaela
etc... Lo que sobre todo me llevo de este colegio es gente maravillosa.

Nunca olvidaré cuando encajábamos los balones en los árboles o se nos quedaban
por la hierba perdidos, cuando nos montábamos nuestras propias “cabañas”, cuando
hacíamos tiendas y vendíamos plantas y las comprábamos por piedras etc.

En este colegio he vivido muy buenos momentos y espero nunca olvidarme
de ellos y que cuando sea viejecita contárselo todo a mis nietos. Los
colegios son principalmente para aprender, pero aprendiendo siempre te
lo puedes pasar bien y yo lo he hecho, por eso ahora me toca irme al
otro cole a buscar y crear buenos momentos.

Mis mejores años han sido cuarto, quinto y sexto de primaria, los he disfrutado mucho
con mis compañeros y me he divertido haciendo todas esas actividades, como bailes de
fin de curso o el concurso de las recetas de pinchos. Es difícil decir adiós hasta a las
cosas que te importan poco o nada pero todo cambia en la vida, agradezco haber
aprendido en una sede que me haya enseñado tanto.

Todo cambió mucho en 2020. Por culpa de la pandemia del covid-19, nos tuvimos que quedar en
casa. En ese momento estaba en 6o y todos pasamos mucho miedo. Me acuerdo del día que nos
dijeron que nos teníamos que ir a casa, en ese momento estábamos en clase y un examen que no
íbamos a poder hacer ¡nos lo pusieron ese mismo día!.

¡AY! Recuerdo cuando estábamos en cuarentena, todos decían que las clases online
eran un poco caca, pero, entre tú y yo, a mí me encantaban, sobre todo [...] las pintas
que tenían algunos, etc. Todo era muy gracioso a decir verdad, sobre todo las clases
de gimnasia con Dani, creo que nadie hacía nada, pero él era feliz dando su clase, así
que yo le seguía.

En esos tres meses que estuve en casa, me di cuenta de lo importante que era para mí
el colegio y mis compañeros, los eché mucho de menos. Pasada la cuarentena, tocaba
pasar a ESO con mucho miedo, pero con muchas ganas de volver a pisar de nuevo
este recinto.
Desde luego voy a echar de menos muchas cosas, el patio, las aulas, los árboles que
dan sombra, las croquetas. También echaré en falta algunas asignaturas. Aunque
parezcan suficientes cosas, me ha costado reunir estos motivos.

Ahora sí, la lista de cosas que no voy a echar de menos: las tizas que no pintan, el suelo
de piedras o abismo de las borragomas, la palometa, la hamburguesa, otras
asignaturas, los relojes que dan mal la hora, las sillas también conocidas como
arrancapelos, las mesas cojas, los chicles de los radiadores... Y a pesar de todos estos
motivos, no encuentro una razón por la que querer cambiar de centro.

Unas de las cosas que me encantan de este colegio son las misas y las tutorías.
Me hacen reflexionar, pensar, mirar todo lo que tengo y sobre todo
agradecer. Luego llego a mi casa y me pongo a pensar en la suerte que tengo.
La suerte que tengo de haber formado una segunda familia aquí.

Esto que me llevo a Tiboli en el corazón siempre lo recordaré como
FAMILIA. Porque aquí me he peleado como lo hago en casa con mi
hermano, me he reído como cuando estoy hablando con mi familia, a
veces he estado triste pero como cuando le riñen a alguien de mi
familia o cuando sucede algo un poco trágico... Todo esto son
recuerdos y personas que yo, por mi parte, los considero FAMILIA.

He vivido momentos únicos, graciosos, tristes, misteriosos, épicos, raros... Pero
cualquier cosa que pasa aquí no se repetiría en cualquier otro sitio igual que como en
este colegio. Cada lugar de aquí es increíble, y cada lugar tiene su historia. Las veces
que hemos jugado en el polideportivo, en el campo de fútbol, en el de baloncesto... La
cuesta para bajar el patio todas las mañanas, el porche, las mesas de ping-pong, las
antiguas barras, las cabañas... Me va a dar mucha pena dejar el cole, pero también
entiendo que la vida sigue y que Tívoli me dará muchos buenos momentos.

Uno de los mejores recuerdos que tengo es la fiesta de la familia, esa que
celebrábamos todos los años a principios de junio. Era uno de los mejores días del año,
era un día en el que estábamos la mayoría del curso con nuestras familias,
montándonos de un hinchable para otro y pasándonoslo genial, es un recuerdo muy
bonito que guardo con mimo y con el que me quedo de este colegio

Me duele mucho dejarte después de tantos años y aunque estoy deseando que llegue
el ansiado verano que sepas que te voy a echar mucho de menos en todos los
sentidos. Voy a echar de menos todos tus rincones tan especiales como el patio que a
pesar de que con él me haya caído muchas veces, está repleto de naturaleza que yo
he podido disfrutar mucho.
También tus pasillos, tus clases que me han hecho aprender muchas cosas, tu
polideportivo en el que me lo he pasado genial, tu gimnasio que me ha hecho
cansarme muchas veces, tu capilla que me ha enseñado tantas cosas..., tu comedor
que a pesar de la comida que a veces no soportaba se ha convertido en un lugar lleno
de gritos, risas y momentos.

Gracias a todos los profesores por hacerme las cosas más fáciles en los
estudios y en la vida en general. Cuando sea mayor no olvidaré los buenos
momentos y tampoco olvidaré esas asignaturas que tanto me gustaban o me
gustan como: Arte, Gimnasia... Pero mi favorita siempre fue fútbol
aunque fuera una extraescolar siempre fue mi favorita y no solo por el
hecho de que fuera un deporte que me gusta mucho sino también por el
hecho de que mis compañeros eran gente con la que me gustaba estar.

Gracias por educarnos y por ser buenas personas con nosotros, aunque a veces nos
hayáis echado la bronca, pero eso es por cosas que hacemos nosotros mal. Gracias
Santa Rafaela por hacer que esto sea posible.

Muchísimas gracias por todo, por los valores transmitidos, por las enseñanzas
inculcadas.... pero, sobre todo, por la libertad y cercanía que me has hecho
sentir.

Pero sobre todo gracias por las risas, por las innumerables veces que he gozado de
poder reírme, ya sea de mí, o de situaciones que, de verdad, demasiadas veces me
han provocado dolor de tripa de tanto reírme... para mí esos momentos han sido los
mejores.

Que sepáis que voy a echar mucho de menos este colegio y todos los
momentos vividos.

                   Un enorme abrazo